Surgió hace un mes una noticia que me inquietó. Después de estos días parece que esta noticia haya desaparecido, pero mucho me temo que nada está más lejos de la realidad. La Unión Europea aprobaba una ley por unanimidad, según la cual un inmigrante podía ser encarcelado seis meses, ampliables hasta un total de 18 meses, antes de ser repatriado a su país. Su único delito: No tener papeles. Es una medida que no entiendo, ya que a esta persona no sólo se la 'castiga' devolviéndola a su país (del que ha huído), sinó que además se la encierra como si hubiera robado, matado, estafado... Su delito es haber viajado a otro país sin conseguir la documentación necesaria.
Parece ser que la humanidad definitivamente ha olvidado quiénes somos los seres humanos y nuestra historia. El ser humano fue en un inicio una especie animal nómada, que iba de un lado para otro, recolectando vegetales por el camino y cazando por aquellos parajes por los que pasaba. Tardó varios miles de años en convertirse en una sociedad sedentaria con sus poblados que, curiosamente, comerciaban entre ellos. ¿Qué sería de esta Europa democrática y plural de no ser por los griegos, que viajaron por todo el Mediterranio contactando con otras sociedades? Y los cartagineses y los fenicios, otros grandes comerciantes que nunca entendieron de fronteras.
Cada vez está más claro que en algún punto del pasado siglo XX el ser humano olvidó que las fronteras son un invento humano, una línea negra trazada en un mapa. Una línea que cruza mares dividiéndolos, que parte montañas por la mitad... Pero cuando uno ve esos mares y esas montañas no consigue ver esa inmensa línea negra... Las olas del mar cruzan las fronteras cuando quieren y las montañas sólo saben de viento y lluvia.
jueves, 3 de julio de 2008
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