Un amigo me dijo hace tiempo que la melancolía es una buena herramienta para la creación artística, pero una nefasta opción de vida. La verdad és que no estoy melancólico. De hecho no tengo tiempo a estarlo. Por suerte, tengo infinidad de cosas por hacer. Algunas, obligadas; las otras, porque me gustan. Desde hace un tiempo, he conseguido trampearle algunos minutos al tiempo.
Una prueba de ello es que he vuelto a escribir en este blog. Este mismo amigo me dijo, otro día, que lo importante no era la meta, sinó el camino que se ha seguido hasta ella. Estoy de acuerdo. Pero considero que, en algunas ocasiones, el camino es demasiado confuso, largo y pesado, como para no valorar en su justa medida el lugar donde se ha llegado.
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2 comentarios:
Olé!com deia l'austronauta aquell "un petit pas" pot ser una gambada a la vida. Ja havia perdut l'esperança de trobar-te aquí i veus, l¡esperança no s'ha de perdre mai. Pep
No creia que ningú mirés ja el meu blog. Simplement ho vaig escriure per mi, i veig que encara hi ha gent, com tu, Pep, que em seguiu la pista. Merci per estar aquí. Com tu dius, l'esperança no s'ha de perdre. Una abraçada!! Jordi
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