No me llevo demasiado bien con la iglesia. ¡Ojo! No tengo ningún problema con Dios ni con Jesús, pero cuando veo al Papa, siempre lo miro con desconfianza. Aún así, siempre he querido diferenciar a la rica jerarquía del Vaticano de aquellos religiosos que trabajan en la sombra, en los pueblos, en las pequeñas capillas de los barrios... Sólo estos son capaces de reírse delante de un chiste como el siguiente. Atención: es un chiste de curas.
Un clérigo le dice a otro, asustado: "Han encontrado el cuerpo de Jesús, ¡estamos perdidos!". Y el otro responde, exultante: "Entonces, ¡existió!".
(Explicado por el monje benedictino Pius-Ramon Tragan, en 'La Contra' de La Vanguardia (20-03-07)
miércoles, 21 de marzo de 2007
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