Aviso, a priori, que el contenido de este post puede herir la sensibilidad de algún lector. Pero quiero plantear un problema que sufro en silencio, y querría saber si soy el único o hay alguien que me acompaña en este via crucis.
Desde pequeño he tenido problemas con mis pies y los zapatos. No es el típico y tópico problema de que me suden y/o huelan. Mis pies sudan, pero no creo que mucho más que otros. Mi problema se basa en que, desde pequeño, destrozo los zapatos interiormente en la parte del talón. Pocos meses después de comprarlos, la capa interior de cuero se degrada y muestra la estructura interior del talón. Esta estructura interior está llena de rebordes, lo que me provoca grandes molestias al caminar y debo acabar comprando plantillas, que duran otra vez pocos meses hasta que se erosionan.
Un zapatero, hace muchos años, me dio la solución de este problema: "Es que caminas ejerciendo toda la fuerza en el talón". Esta sentencia me dejó perplejo y conllevó varios años en los que intenté canviar mi manera de caminar. Años después, en el instituto y en el equipo de handbol, mi entrenador me dio otra pista sobre mi problema: "Tienes los gemelos sobrecargados". Esta frase, dicha en el vestuario del Barça, quiere decir que Ronaldinho debe estar de baja dos semanas para descansar. Pero si se dice en un equipo de barrio, a un chico de 15 años, sólo quiere decir que te cansarás un poco más que tus compañeros. La solución: Entrenar mucho más para fortalecer los tendones de la pierna. Anécdotas aparte, llegué a la conclusión que esta sobrecarga en los gemelos repercutía directamente en mi forma de caminar, por lo que apoyaba más el talón y, de ahí, el desgaste del interior zapatil.
¿A qué viene esta reflexión? Hace unos días, sentí unas molestias de camino a casa. Llegué a casa y miré descorazonado el interior del zapato. "Un año, ha durado un año solamente". Fuí a una tienda a comprar unas plantillas, pero al día siguiente volví a sentir las molestias. Cuando me saqué el zapato comprobé (es la primera vez que me pasa) que la plantilla se había deslizado hacia la parte delantera del zapato, con lo que se habían formado unas arrugas justo debajo del puente del pie. He comprado unas plantillas nuevas, pero no hay remedio, las plantillas siguen replegándose. Explico todo esto para que si me lee alguien con el mismo problema no se sienta tan solo, y para recordarle que siempre nos quedará el SuperGlue.
miércoles, 21 de marzo de 2007
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2 comentarios:
Yo siempre hago un agujero donde está mi pulgar derecho, con lo que camino con la sensación de estar asomada a un balcón que me corta la circulación. Ya que estamos de confidencias, y por si sirve de consuelo...
Gracias, Stella, veo que no soy el único con problemas piesiles. Como estamos de confidencias, te cuento que, después de días destrozándome el pie con las plantillas móviles, me di cuenta que la base de cuero se había chafado, con lo que quité las plantillas y ahora camino de lo más cómodo. ¿Cuándo saldrá una especialidad universitaria que investigue estos fenómenos?
Por cierto, y no se lo digas a nadie, a mí lo del pulgar me ocurrió en una zapatilla de ir por casa. Y por mucho que me corte las uñas a ras de piel, parece que tengo una taladradora en la punta del pulgar.
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