viernes, 22 de junio de 2007

En blanco

Son las 05:00 de la mañana y mis ojos siguen resistiéndose al sueño. Al fin, he decidido que esta noche la pasaré en blanco. Vale más retirarse a tiempo que enzarzarse en una lucha que ya sabes de antemano que perderás. Por curiosidad, he salido al balcón (se escuchaba música de fondo) y, mientras miraba al horizonte, todavía oscuro, he oído un silbido. Me he girado y me he topado con el rostro de Garfio, que me observaba desde su balcón, contiguo al mío. Lucía su viejo pijama de calaveras y unas ojeras inmensas, supongo que parecidas a las mías.

- ¿Insomnio?- he preguntado inocentemente.

- Nada de eso. Trabajo. Estoy revisando la contabilidad, ya se sabe, con tantos tesoros escondidos encontrados, o se lleva bien la cuenta o, al final, no salen las cuentas. He hecho un alto cuando te he escuchado salir.

- Que curioso. ¿Te das cuenta que llevamos minuto y medio de conversación y todavía no te has burlado de mí?

- Nunca es tarde si la dicha es buena... Y tú, ¿por qué no duermes?- ha soltado con cierta sorna.

- Insomnio. De vez en cuando tengo una de estas noches tontas en las que no puedo pegar ojo.

- Ya... Será el stress, la ansiedad, las obligaciones para con los demás y con uno mismo...-. Mientras lo decía, una sonrisa maliciosa se dibujaba en la comisura de sus labios.

- No lo sé.- le he contestado sin darle importancia a sus malas intenciones. - Será que llega San Juan y ya sabes que tengo fobia a los petardos.

- Ah, sí... Es que son muy peligrosos esos tubitos con mecha... Nada que ver con los cañones de mi navío...

- No te burles. A ti nunca te han tirado una traca a los pies, como a mí. Desde entonces, no aguanto la verbena de San Juan. Esa noche, Barcelona se convierte en Beirut y vale más quedarse en casa, antes que algún niñato te lance un cohete a la cara.

- ¿Me lo dices a mí? Ayer tuvimos batalla...

- Bueno, bueno... Algún día me tendrás que explicar cómo es que siempre estás batallando, pero nunca te hieren, ni a ti ni a tu tripulación... Por cierto, hoy he pasado por el puerto y no he visto tu barco.

- Es que en Barcelona ya no se encuentra aparcamiento fácilmente... Además, desde que impusieron la zona verde... Uy, que tarde es ya... Debo volver a mis cuentas, sino no acabaré nunca... Buenas noches.

Me he quedado solo, mirando el horizonte. Parece que ya clarea. Una gaviota pasa sobre mi cabeza y parece reírse. El Sol se despereza justo cuando cierro los ojos y dejo que la brisa de la madrugada me bese el rostro. Vuelvo a oir la música, se acerca, un estruendo recorre mi calle. Era un coche tuneado. Desengañado (creía que sería una tuna), entro en casa. Ya son las 05:45 y el sueño me sigue esquivando. Definitivamente, creo que necesito un café.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un consejo para tu insomio.
Prueba con las pastillas para no soñar.

Anónimo dijo...

tras una noche de insomnio,no las provis: no funcionen.

El viejo Peter Pan dijo...

Ya veo que no hay remedio, y que deberemos recurrir a las drogas clásicas en estos casos. El whisky solo en plena noche de insomnio, para conseguir dormir; o el café solo y en vaso doble, para no dormirnos en el trabajo, si no hemos podido tomar el whisky la noche anterior para conseguir dormir. Vamos, o irnos a dormir borrachos, o empalmar totalmente espídicos. Creo que puedo decir que la vida es muy dura!!

Anónimo dijo...

la vida es muy dura, y a veces es una mierda¡

Horrabin dijo...

La vida es una barca dijo Calderón de la Mierda