Mientras cenábamos, Wendy me ha comentado que han creado una crema que repele el ataque de las 'temibles' medusas. La verdad es que estas nuevas fórmulas revolucionarias que solucionan los problemas milagrosamente siempre me han parecido una verdadera tomadura de pelo. Pero, como se suele decir, si tiene éxito es porque hay gente que se lo cree. La última crema que me inquietó fue la famosa 'baba de caracol'. Cuando vi el primer anuncio de esta crema me quedé paralizado observando la tele. "Pero, si es verdad, ¿cómo no se les había ocurrido antes?", exclamé excitado mientras explicaban como el caracol regeneraba su caparazón gracias a su baba. Desde entonces, han salido infinidad de cremas de 'baba de caracol'. Esta proliferación del mismo producto con diferentes nombres me ha vuelto muy escéptico en cuanto a su eficacia. Además, ahora, cuando me presentan a alguien, intento no darle los besos reglamentarios, por miedo a quedar 'empastifado' de baba de caracol. Si ya era asqueroso llevarse la mitad del maquillaje por culpa de los rozamientos, no quiero imaginarme lo que debe ser tener la mejilla llena de secreciones babosiles.
Pero volvamos a las medusas y a la nueva crema repelente. Con Wendy, hemos llegado a la conclusión que, para el tratamiento, era imprescindible ir a la playa acompañado de alguien. La crema, para su perfecto funcionamiento, debe estar esparcido por todo el cuerpo. De hecho, no debes dejarte ni un solo milímetro cuadrado de tu cuerpo sin crema, ya que debido al movimiento del oleaje, la estructura física de las medusas y la ley de Murphy, seguro que será allí donde te picará la medusa. Recordando buenos consejos de mis progenitores, he recordado que ellos insistían en ponerse crema después de cada dos o tres baños, porque la crema acaba escurriéndose con el agua. Así pues, se supone que con esta crema ocurre igual. Teniendo en cuenta estos dos parámetros, Wendy y el que escribe hemos llegado a la conclusión que no debe salir muy a cuenta comprarse esta crema, ya que en una mañana de playa debe desaparecer más de la mitad del pote.
Pensando sobre esto, hemos elaborado un plan que, por un lado, nos permitiría repeler a estos molestos animalillos y a la vez contribuiría al ahorro de agua: La solución es que las duchas de las playas, en lugar de agua, expulsaran crema contra las medusas. Sería un buen método para ir protegido a darnos los imprescindibles baños de agua salada y, a la vez, no malgastar nuestra finita agua dulce. Creemos que es una gran idea, aunque no creo que las empresas cosméticas piensen lo mismo... Tampoco veo a nuestro ayuntamiento demasiado predispuesto para con las propuestas de sus conciudadanos. Así que nada, seguiremos llevándonos los cubos y las palas de los críos a la playa para atrapar medusas y ver como agonizan tumbadas en la arena, mientras el Sol las fríe literalmente.
martes, 3 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Entiendo que si la crema es repelente, quiere decir que repele a las medusas, no que inmunice contra su picadura. O sea que es peor, mucho peor, porque si el bicho te llega a tocar, te va a dar el siroco igualmente.
Y perdonadme que dude de la eficacia de tan extravagante invento. Si las medusas tienen nariz (cosa que ya pongo en duda) lo que no tienen es un sistema locomotor eficaz. Mayormente se quedan en reposo flotando a la deriva, esperando que el oleaje las acerque a los grupos de bañistas, donde les gusta pasar el rato.
Vale, pues ponte el ungüento ése, sal a ver medusas y ya verás que cuando te acercas el bicho no va a poner los pies en polvorosa. Mas bien, el oleaje y la ley de murphy (como bien apuntabas, Pete) van a acabar poniendote la medusa por sombrero de igual manera. Así que para que gastarse tontamente el dinero?
Quizá podría llegar a creerme la eficacia del producto si me demostraran que funciona. O sea, podrían hacer un anuncio de esos chorras de tele-venta que hacen a las tantas. Quizá podría, pero la verdad, tampoco es que dichos anuncios chorras me inspiren la más mínima confianza...
Publicar un comentario