miércoles, 29 de agosto de 2007

Volver (II)

Esto de viajar permite una especie de terapia psico-auto-oxigenante inherente al propio hecho de viajar a un país extranjero: Desconectas del mundo, no ves la televisión (y si la ves no entiendes nada de lo que dicen), no lees diarios (y si los lees no entiendes nada de lo que escriben). Esto permite pensar y sentir por uno mismo, darle importancia a las relaciones humanas, reflexionar...

Wendy y uno estaban tan desconectados del mundo que no nos enteramos que apenas a 4 horas de donde tomabamos un té, en la ciudad marroquí de Meknés, Al-Qaeda había perpetrado un ataque terrorista contra un autocar de turistas. Esta vez, sin víctimas!

Lo malo es que todos los beneficios de la terapia se cortan en seco en el momento en que sales del aeropuerto del Prat. Sin darte cuenta, llegas a casa y, como quien no quiere, enciendes la tele para ver si ha cambiado o continúa igual. Entonces, te encuentras con un anuncio de Corporación Antiestética en la que una chica comenta:

"Siempre quise tener más pecho. Al final, mi novio me animó a que llamara a C.A. y ahora mi sueño se ha hecho realidad y estoy más feliz con mi nueva imagen".

No sé si fue Miquel Calzada o Antonio Gasset (o quizás otro) que definió los anuncios como unos cortometrajes en los que la gente siempre era feliz. Lo que no especificó es que para encontrar la felicidad una mujer debe ser obligada por su pareja a pasar por quirófano.

Tras el anuncio, Wendy me miró ofendida y me preguntó: "¿ponemos una peli, aunque sea de terror?".

3 comentarios:

Raquel dijo...

Es curiosa la facilidad para desconectar y volver a conectar instantaneamente en cuanto vuelves a casa...

En fin, bienvenidos.

SBP dijo...

Benvinguts!

Anónimo dijo...

Espero que no volváis "con la frente marchita" del tango. Para animaros a la reentré os recuerdo que el dia 18/9 volvemos a la radio, pero con alegria! Pep