miércoles, 20 de junio de 2007

The Ship of Fools

Me costó una media hora encontrarlos. El Mag me había llamado unos días antes y me dijo: "No te lo vas a creer. Están aquí, en Barcelona". Yo no me lo podía creer. "¿Dónde?¿Dónde?", le insté emocionado e impaciente. Él me dijo que estaban anclados en el Port Vell, delante del Maremagnum. Así fue como al día siguiente, con cámara en mano y la ilusión en los ojos, me dirigí al puerto. Los estuve buscando por todo el puerto de la Barceloneta. Nada. Así que me dirigí hacia el Maremagnum y, de pronto, su armazón apareció ante mí. Me encontraba delante del famoso y mítico 'Barco de los locos'. Explicaré un poco su historia, que en ciertos momentos se ha convertido en mi historia o, mejor dicho, nuestra historia (la del Mag y la mía).

Esta historia comienza en el siglo XIII o XIV, en la ciudad holandesa de Amsterdam. En plena Edad Media, donde la psicología y la medicina eran disciplinas más pertenecientes a la heregía y a la brujería, todo aquel ciudadano que no siguiera las normas preestablecidas era perseguido, encarcelado y ejecutado bajo la acusación de adoración al demonio. Estas personas eran, como ya sabemos ahora, enfermos mentales, lo que en algún tiempo se llamó 'locos' y, en aquel tiempo se les llamaba 'necios'. Las autoridades holandesas impusieron una ley retorcida, curiosa... A partir de ese momento, todo 'necio', 'loco', encarcelado, sería embarcado en el llamado 'Barco de los locos' (también llamado 'Navío de los Necios') y se le enviaría en busca de una isla desconocida: Narragonia. Se les prometía que todo aquello que encontrarán en esta isla sería para ellos y se les explicaba las excelencias de Narragonia, los tesoros que escondía y sus paisajes paradisíacos. Marcharon muchos barcos repletos de locos, pero ninguno volvió. Lo que era una solución y, a la vez, un eufemismo de condena y muerte, se convirtió en un mito. Un escritor del momento, Sebastian Brant escribió "La nave de los necios", donde explica las características del 'Necio' y convierte a los reos en heroes.

Varios siglos después, un holandés recogió esta historia, medio verdad medio leyenda, se compró un antiguo pesquero y lo convirtió en un renovado "Barco de los locos". Creó una compañía de teatro, que vive y trabaja en el navío y, desde entonces, da vueltas por el mundo, mostrando sus espectáculos y recogiendo a los locos del mundo en su particular cruzada, siempre en busca de esa desconocida Narragonia. Esta historia la conocimos el Mag y el que os escribe gracias al documental "Viaje a Narragonia".

Pues bien, el Barco de los Locos ha llegado a Barcelona y estará aquí unos días. Os recomiendo a todos que vayais a hacerles una visita. Vale la pena, de vez en cuando, dejarse impregnar por la locura.

No hay comentarios: