Hoy me he levantado, como siempre, tarde y con prisas. Me había olvidado que mañana es el cumpleaños de mi madre y todavía no había comprado su regalo. Mientras me iba a la tienda, he pensado en mi madre y en su excepcional memoria enciclopédica para recordar todos los aniversarios de la familia y de sus respectivas parejas, así como su edad. También recuerda los santos de la gente, los aniversarios de boda, los teléfonos de toda su agenda... La envidio, y mi agenda también... Pobre agenda!! Toda garabateada, con tachones, flechas, con post-its por todas partes para no olvidar ninguna cita, ningún teléfono, ninguna compra...
Parece curioso como nuestras abuelas y nuestras madres recuerdan todas las fechas importantes y nosotros, toda una generación de titulados que vive en la época de las nuevas tecnologías, necesita una agenda para recordar su propio número de teléfono... En este sentido, y nunca mejor dicho, que daño han hecho a la memoria los teléfonos móviles con sus agendas completísimas, sus menús completísimos y sus opciones y prestaciones completísimas... incomprensibilísimas para muchos de nosotros... Otra herencia que no ha llegado a nuestra generación es el conocimiento para cocinar... Me da pena pensar que mis nietos no podrán probar nunca unos canalones o un cocido hecho en casa, ya que perdí la habilidad y la receta por el camino, y no pude enseñar a mis hijos... Nuestra generación, en la cocina, como mucho sabe abrir los paquetes de comida preparada y meterlos en la sartén o en el microondas...
Esta sarta de pensamientos se han truncado cuando he llegado a casa tras la compra y he consultado mi correo. He recibido un mail de mi estimado Capitán Garfio. En él, se reía irónicamente de mi blog y de mi eterna ingenuidad de que mis pensamientos puedan interesar a alguien. Ha amenazado con crear otro blog en el que rebatirá todo aquello que yo diga. En realidad, Garfío únicamente ha metido su
idem en la llaga, mi inseguridad y poca autoestima desde que salí de Nuncajamás. Así que he reflexionado sobre temas que puedan interesar a la gente y perdurar en el tiempo, y no tener que explicar mis pensamientos o intimidades que aburren hasta a Wendy. Y ya lo he encontrado. A partir de ahora, en mi blog se colgarán recetas de cocina "a la antigua". Comenzaremos con la receta de la salsa romescu, para acompañar a los 'calçots'. Que vagi de gust!!!
- 30 g. almendras tostadas
- 30 g. avellanas tostadas
- 4 tomates maduros
- 1 cabeza de ajos asados en el horno
- 2 ñoras (pimiento choricero seco)
- 1 rebanada de pan
- bicho (guindilla seca)
- sal
- aceite de oliva virgen extra
- vinagre
ELABORACIÓN:
Asamos en el horno los tomates y la cabeza de ajos. Ponemos las ñoras y la guindilla en remojo con agua tibia, una hora antes. Tostamos las avellanas, las almendras y el pan. Una vez asados los tomates y los ajos, los pelamos y los ponemos en el vaso de la batidora. Con la ayuda de un cuchillo, raspamos la carne de las ñoras y de la guindilla y la incorporamos a al vaso de la batidora, añadimos las almendras, las avellanas, el pan tostado y lo batimos todo un poco, a continuación empezamos a añadir aceite poco a poco, como para hacer una mayonesa, mientras continuamos batiendo todo junto. Finalmente añadimos vinagre y sal al gusto.